EL PRIMER UNIVERSITARIO DE LA FAMILIA

EL PRIMER UNIVERSITARIO DE LA FAMILIA

El primer universitario de la familia   Aunque podamos imaginar que las universidades son organizaciones modernas, llenas de innovación, infraestructura de diseño y tecnología, la verdad es que estas casas de estudios son una de las estructuras sociales más antiguas de la humanidad. Nacen de las antiguas Ágoras Griegas y llegaron a formalizarse como un organismo que entrega títulos por primera vez en Marruecos, cerca del año 859 de nuestra era; fue la universidad  “Al-Qarawiyyin”, según la UNESCO, la primera casa de estudio de la historia. ¡Y si!, es verdad que imaginar esa larga trayectoria histórica de las universidades es asombroso, pero también hay que considerar que vivimos en una parte relativamente “nueva” del mundo. Chile, como nación, tiene aproximadamente 211 años, y la primera universidad se formalizó del brazo de la Iglesia de la época, en 1622 (antes de que exista Chile como nación); en el convento dominico de Santiago comenzó a funcionar la “Universidad de Santo Tomás de Aquino”, donde se impartían carreras relacionadas a la Teología y Arte. Es importante saber que los cambios culturales han ocurrido de la mano de nuevas necesidades, por ejemplo, en el año 1881 Eloísa Díaz Insunza se convirtió en la primera mujer en ingresar formalmente a la universidad para estudiar Medicina. Cuenta la historia que Eloísa debía asistir a clases junto a su madre y que un biombo la separaba de sus compañeros varones en las salas de clases, esto hace solo 141 años atrás. Pensando desde esta perspectiva, es muy probable que seas la primera persona de tu familia con la posibilidad de acceder a la educación superior, un desafío muy importante, ya que la educación es el principal motor de movilidad social. Por esta razón, es posible que nuestra familia no entienda mucho lo que significa la educación superior. Pero, tal como lo fue en la vida de Eloísa Díaz, la familia es un apoyo fundamental para cursar un buen proceso educativo, desde la ayuda que nos entregan para superar la frustración y el estrés hasta, el nunca despreciable, apoyo económico. Somos seres sociales y cognitivamente estamos diseñados para sobrevivir en manada por lo que la ayuda social es muy importante para lograr de manera más eficaz nuestras metas. Trata de tener empatía con quienes no comprendan esta etapa de tu vida, hazles saber de buena manera cuáles son tus nuevas necesidades como estudiante universitario e involúcralos en el proceso contándoles cómo vas en el trayecto. ¡Éxito! Equipo de Asesoría Educacional.

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