¿QUÉ ES RESILIENCIA Y CÓMO APLICARLA EN LA VIDA COTIDIANA? La resiliencia puede ser definida como una virtud que consiste en superar y poder adaptarse a momentos adversos, con la confianza de que se saldrá adelante a pesar de todo. Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias, ya que todas las personas pasan por momentos difíciles, tales como el término de una relación amorosa, la muerte de un familiar o, en el ámbito académico, sacarse una mala nota, reprobar un ramo o no entrar inmediatamente a la universidad por no alcanzar el puntaje necesario. Lo anterior puede generar pérdida de confianza o creencias negativas sobre nosotros mismos. Sin embargo, las personas resilientes se caracterizan por tener algunos rasgos en común, como la gran sensación de autocontrol en las distintas situaciones que enfrentan y, especialmente, ante las dificultades; el mayor sentido de compromiso, y también la forma en que toman las dificultades como un reto en lugar de una amenaza. La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona. Muchos estudios demuestran que uno de los factores más importantes en la resiliencia es tener relaciones de cariño y apoyo dentro y fuera de la familia. Otros factores asociados a la resiliencia son: